27 noviembre 2009

Correos y el estúpido actuar

Me ha llegado un mail que merece un post. Tiene casi la misma estructura de los mails-cadena que "no son cadena sino una manera de crear conciencia entre la gente", a saber: letras grandes, frases alarmistas del tipo "el gobierno y los grandes magnates confabulan para que nos hagamos más pobres" y, mi parte favorita, la sentencia final que reza "si no reenvias esto blá blá blá maldiciones, vergüenza, irresponsabilidad ciudadana sobre tí".

Y digo que sigue "casi" la misma estructura que los otros mails porque, en este caso, no ponen tantas tomadas de pelo como en aquellos.

Bueno, el susodicho mail habla de un tema que estará de moda dentro de unos meses: el Teletón. Si quieren leer el correo, pueden descargarlo en versión .doc aquí. Como decía, revela la verdad oculta de las triquiñuelas fiscales detrás de esta campaña alturista (pseudo-alturista, según el correo). Ya saben, eso de que Televisa y las demás empresas que participan en los donativos deducen impuestos a través de esta institución. En realidad no tengo objeción alguna con lo que se dice en el mail, PERO mi deber como ciudadana responsable (cof, cof) es señalar un par de cosas que NO dicen y que es importante tener en cuenta para tomar una decisión con respecto a esta campaña.

En primer lugar, el autor (o autores) del mail ignora su propia informacion: El gobierno descuenta impuestos (pagos) cuando hacen el trabajo que le correspondería hacer a él, en este caso: hospitales. Todo el mundo afirma que el gobierno tiene la obligación de proporcionar salud, trabajo, educación, etcétera, por lo tanto, si un particular lo hace por él, es justo que, al menos, ya no le cobre los impuestos que supuestamente están destinados para estas causas. En este aspecto, no es ningún truco sucio que se hicieron los del gobierno y los pesudos para tranzarse el dinero. Sobre esta linea hay que reconocer que, si el Teletón no existiera como centro de beneficencia para personas con discapacidades, es muy probable que el gobierno no dedicaría lo que le "descuenta" a Televisa para crear una institución similar.

Segundo. El dinero que se acumula en el Teletón sí llega a los centros de atención para niños con discapacidad. Nada de que entre el gobierno y los magnates hacen una tranza para apañarse el dinero de los donantes.

Tercero. La gente común que da el dinero, lo hace para ayudar, no para deducir impuestos. La simple insinuación de que esto sería posible, deja ver que quien escribió el mail tiene la misma mentalidad mezquina que critica a los de Televisa, en donde los niños Teletón quedan relegados a un papel utilitario para evadir impuestos.

Cuarto. Aunque Televisa sea una de los hijos del hombre más obsenamente rico del mundo (Slim), no quiere decir que llevar a cabo una campaña como el Teletón no cueste dinero: anuncios, cajitas, calcomanías, farándula, tiempo al aire, etc., etc., etc...

Con todo esto no quiero, de ninguna manera, justificar las hipocresías de Televisa y todos esos que se dicen alturistas. Pero es importantísimo llamar la atención sobre esto: si dejamos de apoyar proyectos como Teletón, que sin duda ayudan a muchas personas que lo necesitan, sólo porque también se benefician los grandes millonarios del país, entonces como comunidad estamos fritos, pues hemos permitido que nuestro desprecio por aquellos (y, por qué no, envidia) sea más fuerte que el deber de ayudar a los que lo necesitan dentro de nuestra sociedad.

06 noviembre 2009

De regreso

Gente bonita:

A veces en la vida, las personas entramos en crisis. Yo estoy saliendo de una grande, quizás la más grande que haya tenido en mi vida, y por eso mismo ha sido una experiencia que me ha dejado mucho, mucho aprendizaje. Me he retorcido la mente y el corazón para ver con ojos nuevos al mundo, me ha dolido y angustiado bastantísimo, pero la verdad es que en estos días lo veo todo más bonito y fresco.

Fue necesario que dejara de escribir, pues para mí esta actividad representa un gran proceso de asimilación, y para ser franca, no podía asimilar nada. Puse en duda casi todo en lo que se sustenta[ba] mi vida, me dejé inundar por el pánico y, claro, de repente me vi sin suelo y cayendo vertiginosamente.

Pero ahora, ¡ah, hasta las ganas de escribir me han vuelto! No estoy más definida que hace algunos meses pero al menos ya no le otorgo tanta importancia a esas cosas de tener que ser y pensar en el futuro y estirarse el cuello y ser buena y tomar las decisiones correctas y todas esas tonterías. O sea, entré en la onda dalay (una frase de nuestros tiempos, sin duda).

Así que probablemente ya estaré publicando nuevamente. También les aviso que hice algunos cambios: mis cuentos y otras cosas extrañas las mudé a otro blog, Mundos Alternos, en donde podrán seguir leyéndolos (si quieren).

Saluditos :)