08 febrero 2010

Después de todo, mejor no.

Verán, estimados lectores, yo disfrutaba mucho de publicar en el blog. Fue mi infla-ego personal, fácil y efectivo. Además, sentía que tenía un espacio para escribir de lo que se me pegara la gana y ver si, en una de esas, algún alma en pena se paraba para comentarlo conmingo. Y aunque no fuera así, podía compartir mis juegos literarios por aquí. Lo disfrutaba verdaderamente.

Pero, en una de esas, entré en la Gran Crisis en la que lo que menos quería era existir, y por eso comencé a esconder mis ideas. Me cuestioné acerca de la pertinencia de un blog y me di cuenta de que un gran porcentaje respondía a la satisfacción del ego, y como le tengo miedo a mi ego, también comencé a ir con cautela con el blog. Después me vino el agotamiento por las discusiones, que la mayoría de las veces se convierten en necedades de dos [o más], y con ello mi desinterés por convencer a nadie de nada. Que crean lo que se les pegue la gana, pues yo así lo hago. Entonces, entré al relativismo ideológico, y ya sólo brinco cuando me hierve la arrogancia, me cansa el aburrimiento o cuando creo que mi opinión cambiará el rumbo de las cosas (ahh, tan incrédula yo).

Por si todo esto fuera poco, he tenido la mala experiencia de toparme con personajes verdaderamente despreciables, auténticos cretinos que ni con una denuncia ante el ministerio de justicia me han dejado de acosar (literalmente), y uno que otro torpe que no ha ayudado en nada en mi sentido de seguridad en la web. Así que ahora ando metida en una paranoía tremenda en donde no quiero dar mi nombre ni al registro civil.

Tons' no más blog. Borré casi todas mis entradas, que no eran muchas, y sólo dejé algunas impresonales pero que me gustan bastante. Quizá siga publicado mis cuentos y mis experimentos creativos, pero no sé hasta cuando, la verdad es que los estoy guardando para darles más forma e integrarlos a otros proyectos.

Y eso, sólo quería despedirme en forma. Un abrazo...