18 mayo 2009

A veces...

Cuando las ideas se apelmazan unas sobre otras, fundiéndose y confundiéndose, cuando se tornan incoherentes e ininteligibles, es momento de guardar silencio.

Cuando las emociones se desordenan y montan una orgía violenta en medio del anarquismo, golpeándose entre sí, asfixiándose entre sí, es momento de guardar silencio.

Cuando por más que preguntas no encuentras respuestas, o peor aún, en su multiplicidad se desbordan como en cascada sobre tu cabeza, es momento de guardar silencio.

Cuando cada paso que aventuras en medio de la inercia se vuelve una pisada insegura hacia ningún lugar, es momento de parar y guardar silencio.

Y así, sin ningún ruido, podrás escuchar lo que tu espíritu sólo puede decir en susurros. Entonces redescubrirás el sentido y la armonía. Entenderás que a veces sólo basta con replantear las preguntas para darte cuenta que siempre has sabido las respuestas. Y después el camino estará justo en la planta de tus pies.


4 comentarios:

cams_luna dijo...

El silencio es tan puro e irresistible que tan solo asi podemos llegar a conocer preguntas y respuestas que nos traen al presente, al aqui y ahora.

Saludos Adriana!

Mujer Miniatura dijo...

Adriana qué gusto verte por mi blog, y más aún saber que compartimos gustos.

En cuanto a tu post, ya lo había leído, sin embargo me encuentro muy confundida, no soy una persona de las que saben guardar silencio, al contrario..
cuando mi cabeza está llena de preguntas y preguntas, y cuestiones sin resolver, no descanso hasta saber el porqué! para qué?, cómo?, cuándo y dónde?

pero siento que eso daña.
Definitivamente tendré que empezar a practicar tu estrategia, y espero mi espíritu pronto me da las respuestas.


:) Sigue escribiendo!

Oswaldo Bolo Varela dijo...

Mujer colibrí:

Usted que es la única capaz de retroceder en pleno vuelo, usted que es la transformación juma hecha animal, usted que ha violentado los preceptos evolutivos, los carnales y los sentimentales...

Usted que se libera en y con sus escritos.
Usted que entiende esta emoción tan bravía que nos consume por estos tiempos...

Ana Lucía M.M. dijo...

Orale qué apasionado el hombre extraño, hasta me pongo celosa.
Oye adris... qué bonito, gracias por decir estas cosas. Tienes razón, te quiero mucho y debo decir ..........
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Gracias por recordarme la importancia de guardar silencio conmigo misma, en tantas ocasiones ya.