23 febrero 2009

Me choca pensar en títulos 1

Mañana es martes, el día de la ventana. Con disimulo caminaré hasta toparme con ella y entonces echaré un vistazo a su interior. Es de esa clase de operaciones que tienen cierto grado de dificultad, pues sólo cuento con un pequeño instante para absorver con la mirada lo más que pueda de tí. Luego, bueno, seguiré con mis actividades cotidianas: copias, bibliotecas, microbuses y mil fantasías. Eso sí, nadie me desdibuja la sonrisa del rostro en todo el día.

¿Crees que espiarte conforma una transgreción a las normas báscias de civilidad? Entiéndeme ¡mi imaginación ya no me basta! y la tentación es irresistible para personas con el espíritu tan alterado como el mío. Imagínalo: tú ahí, cautivo y confiado, con la embriagante belleza que brota en la serenidad de no saberse observado; yo acá, contemplando fascinada mi creación: la casualidad de nuestro encuentro... de mi encuentro contigo.... de mi encontrarte.

Antes era más sencillo todo esto del deleite visual: tu ahí, yo ahí. Ellos viéndote, yo viéndote. Todo mundo viéndote. Yo en posesión de la excusa perfecta: la obligatoria cortesía de verte, de aprenderte y aprehenderte con la imaginación.

Mañana es martes, el día de la ventana, acudiré alegre a mi placer semanal... hasta que, de alguna manera, pueda incluirte en mi cotidianeidad.

3 comentarios:

cams_luna dijo...

Hola Adriana!

Gracias por la recomendación, ahora si ya se como cambiarlo jejeje.

Me gustó tu post realmente las ventanas se vuelven adictivas y por mas que uno quiera jamás las deja =P.

Pues bueno me voy pero no sin antes invitarte a la 2da temporada de danza de mi escuela, es esta semana mismos días: jueves y viernes 10:20 (es dificil entrar por que van escuela) y sabado y domingo aun no se si es a las 12 de nuevo pero te aviso y aun no se si pueda entrar gente por que amenazaron con llevar escuela pero yo te andare avisando ;)

Cuidate mucho!

Pachito Rex dijo...

¿Oda al Messenger? ¿O de plano ya me salí por la tangente?

Ana Lucía M.M. dijo...

Que barbaridad, sé lo que se siente buscar tras el cristal esa mirada (aún que no la misma que tu buscas, no me pegues). Hasta hoy que leí esto, y no ayer que me dijiste cómo lo haces, me pregunto cómo es que él no se da cuenta.