29 marzo 2009

Ratificación del desecho de correos (y otras cosas inútiles)

Hace poco escribí un post donde contaba que borré muchísimos "correos no leídos" de mi bandeja de entrada, porque ya conformaban una cantidad espeluznante,

también eché a la basura un montón de correos que me mandaron mis amigos y que por sentimentalista-fetichista conservé en la cuenta de correo. Algunos de ellos eran de personas que ya no están conmigo y otros de aquellos que aún me guardan un espacio en sus corazones. Pero da igual, todas ellas son letras añejas, borrosas y polvosas que no vale la pena guardar. En su lugar he buscado renovar los mensajes y buscar nuevas palabras de cariño y complicidad, si es que todavía existen.

Dos amigos me comentaron que no estaban deacuerdo con mi acción e hice un añadido al post para dejar más claras mis motivaciones (creo que no lo logré). Como sea, hoy me mandaron en una presentación de PP un texto de Joseph Newton que plantea mucho mejor las ideas que yo quería expresar en aquella ocasión y ahora les comparto un segmento a ustedes.

¿Tienes el hábito de juntar objetos inútiles, creyendo que un día (no sabes cuándo) vas a necesitarlos?
¿Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas desde hace mucho tiempo?
¿Y dentro tuyo? ¿Tienes el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos y demás?
¡Eso jamás lo hagas! ¡Va contra tu prosperidad!
Es preciso que dejes un espacio, un vacío, para que cosas nuevas lleguen a tu vida. Es necesario que te deshagas de todo lo inútil que hay en ti y en tu vida para que la prosperidad llegue. La fuerza de ese vacío es lo que absorberá y atraerá todo lo que deseas. Mientras estés material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no tendrás espacio para nuevas oportunidades.
[...]La actitud de guardar un montón de cosas infructuosas sólo encadenan tu vida y no por los objetos guardados sino por el significado del acto:
Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia y que quizás mañana no tendrás manera de cubrir esas necesidades. Con esta idea le estás enviando dos mensajes a tu cerebro (y a tu vida): 1) que no confías en el mañana y 2) que lo nuevo y lo mejor NO son para ti. Es por eso que te alegras guardando cosas viejas e inútiles.
Deshazte de lo que ya perdió el color y el brillo, deja entrar lo nuevo a tu casa y dentro de ti mismo...

Aunque hay que aclarar que no porque las cosas sean viejas, son inútiles. Más bien lo son a paritr de que pierden vida propia y se alimentan como sanguijuelas de tu energía o cuando se convierten en piedras pesadas que no te dejan continuar con tu camino.

No había pensado en el vacío de la manera en que aquí lo presentan, de hecho la idea más bien me angustia. No creo que sea necesario vaciarnos siempre que queramos recibir nuevas "experiencias", pero si aqullo de lo que nos debemos desprender está "bloqueando la entrada" entonces, sin duda, lo tendremos que arrancar, si es necesario, con espátula.

No sé, a manera personal les cuento que en casa ya tenemos un bote de basura orgánica, otro de inorgánica y uno reciente y personal para los miedos idiotas que me hacen tropezar una y otra vez.

No hay comentarios: